Add parallel Print Page Options

Aquel que no viniera en el plazo de tres días, conforme al acuerdo de los jefes y responsables de la comunidad, perdería toda su hacienda y sería expulsado de la comunidad de los repatriados. En tres días se reunieron todos los hombres de Judá y Benjamín en Jerusalén. Era el día veinte del noveno mes cuando se sentó todo el pueblo en la plaza del Templo de Dios, temblando por el asunto a tratar y por la lluvia que caía.

10 Esdras, el sacerdote, se puso en pie y les dijo:

— Vosotros habéis pecado casándoos con mujeres extranjeras y habéis aumentado así la culpa de Israel.

Read full chapter